Lo importante es disfrutar del amor, tener un amor feliz. Posiblemente todo el mundo ha sentido amor por alguien alguna vez en su vida y posiblemente todo el mundo se ha preguntado alguna vez si estaba enamorado de alguien. Son muchos los que han intentado definir, describir o analizar lo que es el amor. En el mundo de los psicólogos la teoría más utilizada para definirlo es la de Sternberg y su triángulo del amor. Según éste profesor de la Universidad de Yale, el amor tiene tres componentes: la pasión, el compromiso y la intimidad. Y la verdad es que esas tres palabras y todo lo que hay detrás de ellas nos ayudan a comprender ese conjunto de emociones, pensamientos y comportamientos que es el amor.
Sin embargo hay algo de esta teoría que nunca me ha convencido: Sternberg define en ella distintos tipos de amor, entre ellos el amor pleno, el amor completo, que reúne todo: la pasión, el compromiso y la intimidad. ¿Y cuál es el problema? Pues que no creo que haya amores más completos que otros por el hecho de tener todos los componentes del amor. No me gusta la palabra completo para hablar del amor, me gusta mucho más la palabra feliz.
Y es que más que amores completos o incompletos hay amores más felices y amores menos felices. Lo importante no es que nuestro amor sea un 10 en deseo, atracción, enamoramiento, comunicación, afecto, confianza y compromiso. Las relaciones de pareja y el amor pueden ser muy diferentes entre unas personas y otras, además de pasar por diferentes etapas. Lo importante es disfrutar del amor, sentirnos enamorados, sentir que nos quieren, creernos enamorados, estar satisfechos con nuestra relación. Si la Felicidad es definida como Bienestar Subjetivo, es decir pensamientos, valoraciones, reacciones y estados emocionales sobre nuestra vida, entonces la Felicidad en el Amor será ese bienestar en nuestra relación.