Es algo que la psicología hace mucho que descubrió. Los estímulos novedosos atraen más nuestra atención que aquellos que tenemos presentes de forma más habitual. No hay nada que hacer, nos acostumbramos a lo bueno, incluso más que a lo malo. Y sexualmente, por supuesto, también, nuestro deseo se ve afectado por la pérdida de interés que supone lo que ya conocemos, de aquello a lo que nos hemos acostumbrado. Desde la novedad y el deseo nos iremos acercando a la rutina y el aburrimiento. Depende de muchos factores lo rápido de ese camino, pero al final, si no cambiamos nuestra pareja nuestras relaciones sexuales serán monótonas y cada vez menos habituales.
Al final, de todo se cansa uno, de lo que tiene y de lo que no tiene, de buscar y no encontrar; de no buscar y que el otro busque; de que ninguno busque. Así que, salvo que os apetezca tener una pareja abierta, hoy te voy a proponer que cambies tu pareja. No que la cambies de arriba a abajo, o que la cambies por otra. Si no que la cambies para evitar la rutina sexual. Que Cambies la forma de mirar a tu pareja, cambies la forma de mostrarte a tu pareja. Para eso lo primero que vais a hacer es hablar. Hablar de como os sentís sexualmente hablando. De lo que más os gustaba, de lo que más os gusta y de lo que os gustaría. Si no se te ocurre nada “nuevo” que te apeteciera probar puedes buscar en páginas web de confianza como esta.
Mira a tu pareja a través del juego del cortejo, dile lo que la deseas, lo que te gusta, lo que te pone, espera que ella (tu pareja) te conteste, que te devuelva el juego. Mira a tu pareja a través de fantasías, cuéntaselas, que te cuente las suyas, crear juntos nuevas fantasías. Mira a tu pareja a través de la oscuridad o de la luz, de la piel, de las caricias lentas y prolongadas o del ímpetu consentido. Muéstrate a través de los juguetes sexuales, utilizad nuevos lubricantes, aceites, disfraces… Muéstrate como nunca has sido y siempre has querido, ardiente, pasivo, activa, distinto. Muéstrate en nuevos lugares, con nuevas posturas sexuales, traspasad nuevos límites.
Y a partir de ahí son muy importantes dos ideas: citas y diversión. Las cosas importantes de la vida, y el sexo lo es, necesitan algo de organización. Si quieres ir a un concierto de un grupo de música que te guste o si quieres quedar a tomar café con una amiga necesitas planificarlo, quedar. Pues igual pasa con el sexo. Queda con tu pareja un día, una tarde, una noche o un rato. No se trata de quitar espontaneidad si no de sumar, a las veces que el deseo surge de forma espontánea, otras veces en las que el deseo lo provocamos. Y juega, el sexo es divertido. No se trata de ser el mejor amante del mundo, se trata de disfrutar y divertirse. Si te ríes, si ríe, vuestras risas serán buenas señal.