Que nadie crea que hay una rama de la psicología que se
llama psicología negativa, por lo menos que yo conozca no existe con ese
nombre. Otra discusión es si hasta hace poco tiempo toda la psicología era
negativa, ya que los psicólogos casi nos dedicábamos exclusivamente a la
psicopatología y a las enfermedades mentales. Lo único que parecía existir era
la tristeza, la ansiedad, los miedos…, y estudiar como dejar de sufrir.

Hoy quiero transcribir un párrafo de un libro muy conocido
en su momento, cuyos ejemplos se han utilizado en terapia durante muchos años y
se siguen utilizando. El nombre es impactante “El Arte de Amargarse la Vida”, y
de eso nos habla el libro. Para enseñarnos como nuestros pensamientos nos
pueden guiar por el mal camino
o el camino de la desdicha, nos ofrece formas
muy útiles para amargarnos la existencia.

Ante el dolor intenso por una rotura de una relación de
pareja: “Resista usted a lo que le
insinúen su razón, su memoria y sus amigos bien intencionados que quieren
meterle en su cabeza que dicha relación ya hacía tiempo que estaba quebrada sin
remedio, y que usted mismo se preguntaba con frecuencia a regañadientes cómo lo
haría para salirse de aquel infierno. Simplemente, no les dé crédito a los que
le dicen que la separación es como mucho un mal menor. Convénzase más bien por
enésima vez que un ´nuevo arreglo´
serio y sincero constituiría esta vez el
éxito ideal (sin duda, no lo será). Déjese guiar, además por la siguiente
reflexión eminentemente lógica: si la pérdida del ser querido es tan
infernalmente dolorosa, qué delicia celestial no será el nuevo encuentro.
Apártese de todos sus amigos, quédese en casa junto al teléfono, a fin de que,
si sonara su hora afortunada, esté usted disponible de inmediato y del todo. En
caso de que la espera se le haga larga en exceso, entonces la experiencia
humana de tiempos inmemoriales aconseja trabar una nueva amistad que sea
idéntica a la anterior en todos sus detalles (por distinta que ésta al
principio le parezca)”

Y es que podemos empeñarnos y aprender a ser infelices igual
que podemos aprender y trabajar para ser felices.
Igual que existe una
psicología positiva que se encarga de estudiar las emociones positivas y la
felicidad, existe una psicología negativa que se encarga de ayudarnos a ser un
poco más desdichados…