Hoy es día elegido por la ONU
para celebrar el Día Internacional de las Personas de Edad, y por eso hoy es el
día que he elegido para hablar de las personas mayores, las emociones y el
amor. En el año 2001 se publicaba un artículo científico llamado “Emociones y
tercera edad: un camino por recorrer”, y en el año 2013 se podría volver a
publicar otro artículo con el mismo nombre porque efectivamente aún queda mucho
por estudiar, pero sobre todo queda mucho por cambiar en la mente de la sociedad.
Me resulta curioso la cantidad de estudios, artículos y libros que se están
publicando sobre las personas mayores y que sin embargo existan muy pocos sobre
las emociones y las personas mayores, no digamos sobre el amor, las relaciones
de pareja y las personas mayores. Muchas noticias sobre el cuidado de las
personas mayores, sus enfermedades y problemas, y muy pocas sobre su felicidad
y sus sentimientos.

Mucha gente cree que las personas
mayores sufren más depresión
, que los ancianos son personas apagadas y tristes
que están en el ocaso de su vida.
Pues no, la mayoría de los estudios demuestran que la depresión no se da más en
estos que en los adultos. Además, como se indica en el libro La Ciencia del bienestar, los mayores  no solo tienen
niveles muy similares de afecto positivo, sino que los valores de las emociones
positivas sobrepasan con creces los valores de las emociones negativas. Y es
que conforme nos vamos haciendo mayores procesamos con mayor interés y
profundidad la información positiva que la negativa, ¡en la vejez domina lo
positivo!
El Arcipreste de Hita decía que el amor al viejo hace perder muy mucho la
vejez
, y es que el amor rejuvenece. Sin embargo parece que solo se puede
hablar del amor en las personas mayores si ese amor nació en la juventud. Cada
vez son más las personas mayores que encuentran un nuevo amor y forman nuevas
parejas felices. Casi todo el mundo que ha trabajado en centros de mayores ha
conocido historias de amor que han surgido 
en ellos. Las estadísticas nos muestran nuevas parejas y nuevos
matrimonios en la vejez. Enamorarse es posible cuando somos mayores.
Y luego está el amor de siempre,
que continúa, que permanece. Es cierto que el amor en las personas mayores se
caracteriza por mayor compromiso, sentido de la responsabilidad y una menor
pasión que en el resto de las etapas de la vida, pero el entusiasmo y deseo no
desaparece ni mucho menos. Los mayores aman, con compromiso, intimidad y
pasión.

¿Y el sexo? Alguno dirá: vale con
que no estén todos deprimidos, que se puedan enamorar y amar, pero… ¡sexo! Pues
sí, también practican sexo. Carlos Verdejo remarca como los estudios existentes
nos dicen que la realidad de la actividad sexual en los ancianos es que ésta
existe, y en algunos casos es incluso más la norma que la excepción. Y eso que
muchos estudios solo se fijan en números: números de coitos, número de orgasmos, y pocos tienen en cuenta otros tipos de actividad sexual y mucho menos datos
cualitativos.

¡Felicidades a las personas
mayores en este día! ¡Muchas emociones positivas para ellas!