Tres investigadores, Lyubomirsky,Sheldon y Schkade, publicaron en el en el año 2005 un artículo donde
identificaban los factores más importantes que determinan la felicidad. Alguien
podrá pensar que esos factores son la salud,
el dinero y el amor, sin embargo las investigaciones nos describen otra
realidad. ¿De qué depende la felicidad? Veamos este gráfico.
identificaban los factores más importantes que determinan la felicidad. Alguien
podrá pensar que esos factores son la salud,
el dinero y el amor, sin embargo las investigaciones nos describen otra
realidad. ¿De qué depende la felicidad? Veamos este gráfico.
Nuestra felicidad depende en un 50% de nuestra genética. Hay personas que tienen más fácil ser feliz que otras.
Si esto es así, seguro que alguien está pensando que esto es mucho… ¡la mitad de
nuestra felicidad! Pero pensemos que la mayoría de las cosas dependen de
nuestra genética en mucho más que un 50%, nuestra altura o nuestra inteligencia
vienen más determinadas por nuestra herencia que la felicidad. Pero además,
seguro que podemos recordar alguna etapa de nuestra vida en la que fuimos
felices, así que ¿nuestra genética no nos influirá tanto de forma negativa?
Nuestras circunstancias nos influyen en sólo un 10%. Es decir nuestro nivel económico, nuestra salud, nuestro
estado civil… ¡Sólo un 10%! Pues sí, por mucho que nos sorprenda. Y es que el
ser humano se acostumbra mucho a las circunstancias, que somos pobres y nos
toca la lotería, pues nos acostumbramos a la riqueza; que somos ricos y nos
arruinamos, pues nos acostumbramos a la pobreza. Así que, si somos pobres,
tenemos una salud frágil o no hemos encontrado al amor de nuestra vida no
tenemos por qué ser infelices. Es más, si lo somos por esos motivos es muy
probable que sea una profecía autocumplida y que nos estemos convenciendo que
no podemos ser felices.
estado civil… ¡Sólo un 10%! Pues sí, por mucho que nos sorprenda. Y es que el
ser humano se acostumbra mucho a las circunstancias, que somos pobres y nos
toca la lotería, pues nos acostumbramos a la riqueza; que somos ricos y nos
arruinamos, pues nos acostumbramos a la pobreza. Así que, si somos pobres,
tenemos una salud frágil o no hemos encontrado al amor de nuestra vida no
tenemos por qué ser infelices. Es más, si lo somos por esos motivos es muy
probable que sea una profecía autocumplida y que nos estemos convenciendo que
no podemos ser felices.
¿Y el
otro 40%? Pues nuestra Felicidad
depende de nuestra actividad deliberada
en ese porcentaje. ¿Y qué es la actividad deliberada? Son nuestros comportamientos, lo que hacemos todos los días de nuestra
vida y lo que pensamos. De cómo sea nuestra manera de pensar, de valorar lo que
nos pasa, de planificar nuestra vida o de lo positivo que seamos de cara al
futuro, de lo que hagamos. Y eso, depende de nosotros.