Estos días media España estará
pendiente de la Selección Española de Fútbol (Masculino) en el Mundial de
Brasil 2014 y, en el caso que España gane el Mundial,  una buena parte del globo terráqueo estará
pendiente de si se repetirá el beso entre Sara Carbonero e Iker Casillas o se
cumplirá la promesa de este último y tendremos un
beso entre el capitán del equipo y el periodista José Antonio de la Morena.

Imagen de mseguraverdu (CC BY
2.0) de Flickr 
El caso es que en estos días todo
lo relativo al fútbol es noticia y el trabajo de Sara Carbonero como reportera
de Telecinco también. Y hace muy pocos días en una rueda de prensa sus compañeros le hacían estas preguntas:
¿Es difícil irse a Brasil dejando
a su hijo aquí tan pequeño? ¿Con quién va a dejar al niño? ¿Está
preparada para perderse esos cambios (de
su hijo) que realizará durante el tiempo que dure su trabajo en Brasil? ¿También
estará pegada a Whatsapp y Skype para no perderse nada? ¿no? ¿Consideró viajar
con el bebé a Brasil en algún momento?
Y yo me pongo a buscar en google y no encuentro
que le pregunten esas cosas a Iker Casillas o cualquier otro futbolista. No
encuentro que a los futbolistas que son papás les pregunten si se han planteado
no ir al mundial o si están preparados para perderse los cambios de su hijo
durante el tiempo que esté fuera.
Y no sé si estas preguntas que le hacen a Sara
Carbonero son la imagen de ciertos valores ocultos que les advierten a las
madres de lo mal que está tener una vida
profesional a la vez que crían a sus hijos o si la ausencia de las
preguntas a los futbolistas es el mejor ejemplo del papel secundario o poco significativo que cierta parte de la sociedad le
da a los hombres en el cuidado de sus hijos.